He ido a comer a un restaurante, y digo restaurante porque así lo pone en su nombre y como tal uno exige como mínimo que así sea, de una cadena de franquicias que por lo que sé aplica técnicas de geomarketing para buscar ubicaciones.
La verdad es que la ubicación está muy bien calculada ya que yo mismo acudí a ese sitio por su ubicación, ya que era de paso para mi destino (en futuros posts hablaré de los archivos de transeúntes).
La sorpresa fue la atención que recibí, más de 20 minutos de cola existiendo mesas libres, tanto limpias como sucias, más de 25 minutos para ser atendido una vez me sentaron (conté más de 40 mesas para dos camareros) y otros tantos para ser servido. Más de una una hora hasta que empecé a degustar la comida, y si le añado que llegué a las 3 de la tarde, pues empecé a comer más allá de las cuatro de la tarde, por lo que no comí, si no engullí la comida.
¿Por qué comento esto en un blog de geomarketing? Porque si bien el geomarketing es importante para conseguir que un cliente acuda a tu centro, restaurante o tienda, también lo es que la atención al cliente lo sea, incluso más, porque lo que se dice fidelizar y contabilizarme como cliente recurrente lo llevan un poco crudo. Es más, posiblemente cuando tenga que buscar un restaurante para comer, quizás siga buscando otro aunque tarde más en encontrarlo, y es ahí donde ya ni el geomarketing tiene algo que hacer.
Y me parece importante por lo que comenté en mi anterior post, porque como dije es un buen momento para el geomarketing, pero también lo es para aplicar otras técnicas de B.I. como la fidelización y la atención del cliente, y como no, tener los mejores profesionales, siempre he pensado que un buen camarero trabaja como tres malos, yo mismo he pasado muchos años detrás de una barra, y esto se puede extrapolar a otros sectores.
La verdad es que la ubicación está muy bien calculada ya que yo mismo acudí a ese sitio por su ubicación, ya que era de paso para mi destino (en futuros posts hablaré de los archivos de transeúntes).
La sorpresa fue la atención que recibí, más de 20 minutos de cola existiendo mesas libres, tanto limpias como sucias, más de 25 minutos para ser atendido una vez me sentaron (conté más de 40 mesas para dos camareros) y otros tantos para ser servido. Más de una una hora hasta que empecé a degustar la comida, y si le añado que llegué a las 3 de la tarde, pues empecé a comer más allá de las cuatro de la tarde, por lo que no comí, si no engullí la comida.
¿Por qué comento esto en un blog de geomarketing? Porque si bien el geomarketing es importante para conseguir que un cliente acuda a tu centro, restaurante o tienda, también lo es que la atención al cliente lo sea, incluso más, porque lo que se dice fidelizar y contabilizarme como cliente recurrente lo llevan un poco crudo. Es más, posiblemente cuando tenga que buscar un restaurante para comer, quizás siga buscando otro aunque tarde más en encontrarlo, y es ahí donde ya ni el geomarketing tiene algo que hacer.
Y me parece importante por lo que comenté en mi anterior post, porque como dije es un buen momento para el geomarketing, pero también lo es para aplicar otras técnicas de B.I. como la fidelización y la atención del cliente, y como no, tener los mejores profesionales, siempre he pensado que un buen camarero trabaja como tres malos, yo mismo he pasado muchos años detrás de una barra, y esto se puede extrapolar a otros sectores.
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